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 Fukushima Daiichi, la mayor contaminación radiactiva accidental del mar registrado en la historia

Aunque en la central nuclear de Fukushima Daiichi no se produzcan en el futuro más escapes de sustancias radiactivas hacia el mar, las fugas radiactivas recibidas por las aguas marítimas durante la catástrofe nuclear, tanto por la caída al agua de partículas transportadas por el aire, como por las descargas directas de material radiactivo al mar, representan la mayor emisión radiactiva accidental soportada por el mar en la historia de la energía nuclear.

Así lo demostró una investigación anterior, de la que ya informamos desde NCYT, y así lo confirma ahora un nuevo estudio, que profundiza en algunos aspectos de este grave accidente nuclear.

En el nuevo estudio, realizado por el equipo del químico Ken Buesseler del Instituto Oceanográfico de Woods Hole en Estados Unidos, Michio Aoyama del Instituto de Investigación Meteorológica, y Masao Fukasawa de la Agencia de Ciencia y Tecnología Marinas y Terrestres, estas dos últimas instituciones en Japón, se analizó la evolución de los niveles de radiactividad alcanzados como consecuencia de las fugas durante los primeros cuatro meses después del accidente.

Su informe indica que los vertidos de la central nuclear de Fukushima Daiichi alcanzaron su punto máximo un mes después del terremoto y el tsunami del 11 de Marzo que provocaron el accidente nuclear, y continuaron al menos hasta Julio.

El nuevo informe revela que los niveles de radiactividad, aunque elevados, no son una amenaza directa para los seres humanos o la vida marina, pero advierte que los efectos de la acumulación de radionucleidos en los sedimentos marinos son poco conocidos.

En las zonas marítimas de los puntos de vertido, las concentraciones de cesio-137, un isótopo radiactivo con un periodo de semidesintegración de 30 años, alcanzaron niveles 50 millones de veces por encima de lo normal o de los existentes con anterioridad.

 

Ken Buesseler, junto al sistema de toma de muestras. (Foto: Ken Kostel, WHOI)

Las concentraciones mar adentro, a unos 30 kilómetros de la costa, fueron superiores a las registradas en aguas marinas poco después del accidente de Chernóbil, hace 25 años.

El gran impacto marítimo de la catástrofe nuclear japonesa está muy relacionado con el hecho de que la central nuclear de Fukushima está ubicada junto al mar, mientras que la de Chernóbil está a varios cientos de kilómetros de las cuencas de agua salada más cercanas, el Mar Báltico y el Mar Negro.

En cualquier caso, debido a los procesos oceánicos de mezcla de aguas, los niveles de contaminación radiactiva se diluyeron rápidamente frente a la costa noroeste de Japón.

Para el nuevo estudio se emplearon datos sobre las concentraciones de cesio-137, cesio-134 y yodo-131, como base para comparar los niveles de radionucleidos liberados en el océano, con niveles de antes del accidente registrados en el perímetro oceánico en torno a Japón.

El equipo ha constatado que las emisiones al mar alcanzaron su punto máximo en Abril, un hecho que los expertos atribuyen al complejo patrón de descarga de agua de mar y agua dulce, usadas para enfriar los reactores y las barras de combustible gastado, así como a las interacciones con las aguas subterráneas, y la liberación intencional y no intencional de materiales radiactivos mezclados, desde los reactores de la central.

Aunque las concentraciones de algunos radionucleidos fueron disminuyendo, en Julio todavía eran 10.000 veces más altas que los niveles medidos en 2010 frente al litoral nipón.

Esto indica, tal como afirman los autores del nuevo estudio, que la central nuclear ha seguido siendo una importante fuente de contaminación para las aguas costeras de Japón. Los autores del estudio no cuentan, sin embargo, con datos suficientes para poder determinar los puntos exactos de las fugas. Es probable que la acción conjunta de varias fugas haya formado una combinación de emisiones directas desde los reactores o los tanques de almacenamiento, e indirectas desde las aguas subterráneas por debajo de los reactores o de los sedimentos costeros, que probablemente quedaron contaminados durante el período máximo de escapes radiactivos.

 fuente: (noticias de la ciencia 2012)

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